ATAJANDO GOLPES DE VIDA
Preparar con las circunstancias
de la vida las mejores y únicas recetas para que las adversidades no lo
absorban ni le quiten las ganas de hacer realidad sus sueños, es el secreto de
Andrés Rubio, aprendiz de Cocina.
Aunque a muy temprana edad vio
como en la puerta de su casa personas al margen de la ley asesinaron a sus
familiares, al poco tiempo amenazaron a su mamá, inspectora de policía, y estuvo
a punto de ser reclutado, todo esto ha marcado en él las mejores pautas de
aprendizaje, “tuvimos que dejarlo todo y abandonar nuestra Ciudad, aprendí a
ser fuerte y a que con esfuerzo se gana todo, no siento odio ni rencor porque
todo está escrito por mi Dios”, señaló Andrés.
Ahora, Andrés no solo tiene en su mente terminar
su etapa productiva con el SENA, también está la gran motivación y
responsabilidad de defender con todo su honor, coraje y atención, el arco de la
selección Casanare y así seguir demostrando que sí se pueden atajar los golpes
de la vida y ahora, la intensión de goles del equipo adversario.
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